¿Qué sucede con nuestros ordenadores, móviles, microondas, lavadoras u otros aparatos electrónicos cuando nos deshacemos de ellos?
Esta pregunta tiene una terrible respuesta: 50 millones de toneladas de basura electrónica producen los países occidentales cada año, el 80 % proviene de los países enriquecidos. El 70% de esa basura es enviada a África porque le sale mas barato a las empresas. Reciclar un ordenador en Europa cuesta 3,5 euros, enviarlo al mayor basurero electrónico del mundo en Ghana, 1,5 euros.
Esta reflexión fue el punto de partida para HAKI, el taller que desarrollamos en el CEIP Gabriel Palmer de Estellencs la semana pasada. Una maravillosa jornada en la que, con los infantes,
construimos el concepto de consumo responsable como una de las multiples acciones que como ciudadanos podemos poner en práctica para revertir ese ciclo. Pudimos entre todos, interactuando con vídeos y juegos de preguntas y respuestas, constatar lo indispensable que es el coltán para los dispositivos electrónicos y como en su explotación se esclavizan personas, incluso niños, por cerca de 2 euros al día.
Mineral con el que muy probablemente se fabriquen los móviles o video-consolas que compramos aquí en Europa.
Los pequeños finalmente elaboraron unas mascaras como símbolo de empatía hacia esos niños esclavizados en minas de Coltán.
Continuamos con nuestra utopía, estimulando una ciudadanía inteligente, crítica, humana.
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